Esta es la primera vez que escribo desde hace un tiempo. Después del huracán María, no había podido utilizar mis equipos prácticamente, en parte debido a que la tormenta hizo volar el techo de mi observatorio, a pesar de estar amarrado. Al sol de hoy, todavía permanece en el mismo lugar donde cayó, dada la complejidad de cómo sacarlo de ese lugar. No obstante, está en buenas condiciones estructurales, por lo que espero que el costo de repararlo no sea excesivo.

Por otro lado, el clima en estas últimas semanas ha sido excelente para observar el cielo. Noches completamente despejadas se han apreciado en estos días, algo que ya era bastante raro el año pasado. Hace unos días me di cuenta de que ya Venus se veía levemente en el cielo vespertino, por lo que al día siguiente esperé al anochecer armado de mi refractor AR152. Pude averiguar también que Mercurio estaba en mejor posición aún dado a que estaba a un altura mayor que Venus.

Cuando observé a Venus usando un ocular 6mm para 165x de magnificación, lo pude apreciar en su fase gibosa, con un alto % de su superficie iluminada. No obstante, no se veía tan brillante como en otras ocasiones, y en verdad casi no se podía apreciar debido a que estaba muy cerca del horizonte y las distorsiones de la atmósfera eran severas. Mercurio, por otro lado, al estar más alto, se veía mucho más definido, observándose en su fase creciente. Algo notable que observé fue que su tamaño era más pequeño que Venus, pero no por mucho, sino como 25% menos.

Después de que ambos planetas estuvieron debajo del horizonte, y para concluir está pequeña sesión de observación, examiné la zona del Trapecio en Messier 42, la cual se encontraba cerca del cénit en ese momento. Poco después, desmonté el equipo sin saber que lo que observé esa noche me dejaría pensando en eso hasta el otro día.

A la mañana siguiente, mientras me preparo para ir a trabajar, me recuerdo de la observación de Venus la noche anterior? Por qué no se veía tan brillante como en otras ocasiones, que casi parecía las luces de un avión? Lo que al principio pensé que tal vez su fase o % de superficie iluminada no era tanta, bajándole su luminosidad, pero la observación me demostró que no era así. Por otro lado, Mercurio se veía relativamente grande en comparación con Venus, no más grande, pero solo un poco más pequeño, lo cual tampoco tiene sentido si Venís es más grande y está más cerca. A menos… Que no sea así. La única explicación que se me ocurrió fue que entonces Venus tenía que estar más lejos que Mercurio, entonces al otro lado de su órbita alrededor del Sol. Usando el Solar System Scope, pude obtener este diagrama de las órbitas de los planetas interiores que observé:

Efectivamente, para esta fecha, Venus se encuentra al otro lado de Sol con relación a la Tierra, mucho más lejos de nosotros que Mercurio. Esto confirma mi deducción basada en las observaciones del día anterior.

Se siente super bien haber podido deducir con mi propia observación lo que sucede en nuestro firmamento en relación a la mecánica celeste, sin tener que recurrir a ninguna base de datos.