El sol, al igual de otros objetos del sistema solar, gira sobre su eje. En el caso del sol, es de 26.24 días, que es el tiempo que toma un objeto fijo en la superficie del sol a dar una vuelta y volver al mismo punto según el punto de vista de la Tierra. Esto se conoce como el tiempo de rotación sinódico, y toma en cuenta el hecho de que la Tierra va avanzando en su órbita alrededor del Sol y «mueve» el punto de vista.

Este fenómeno se puede apreciar observando el movimiento de manchas solares a lo largo de varios días. En la imagen de abajo, el grupo de manchas solares AR2367 fue observado 3 veces en un período de 6 días (del 13 de junio al 18 de junio). Al comparar las imágenes, vemos cómo AR2367 se va trasladando a de izquierda a derecha sobre la superficie solar. Este movimiento de izquierda a derecha es el normal para los observadores en el hemisferio norte; en el hemisferio sur, dicho movimiento es de derecha a izquierda.

Movimiento del grupo de manchas solares AR2367 observado desde el 13 de junio hasta el 18 de junio de 2015. Crédito: Gustavo Sánchez/Captando el Cosmos
Movimiento del grupo de manchas solares AR2367 observado desde el 13 de junio hasta el 18 de junio de 2015. Crédito: Gustavo Sánchez/Captando el Cosmos

Sin embargo, como el Sol no es sólido, sino una esfera de gas y plasma, la velocidad de rotación del sol no es constante, sino que depende de la latitud. Por ejemplo, la velocidad de rotación en los polos es de unos 36 días. Más aún, en su interior las velocidades de rotación también varían según su profundidad. Este movimiento diferencial de las diferentes capas del sol, en conjunto con la corrientes de convección que expulsan el plasma de su interior hacia la superficie, parecen ser la causa principal de los ciclos de manchas solares de cada 11 años.

Las tomas utilizadas para este pequeño estudio están disponibles aquí.